«La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar». Tom Hanks en «Forrest Gump». Es curioso la de vueltas que da la vida, Forrest. A mí este año me ha tocado dirigir un EQUIPO de CAMPEONES. Un equipo formado por unos peques maravillosos, ESPECIALES, y unos padres igualmente especiales. No es momento de analizar el último partido de liga, ni de indicar su resultado. Es momento de agradecer a todos los componentes de este maravilloso equipo la enorme suerte de haber podido compartir con ellos innumerables momentos, ilusiones y emociones en cada partido, cada entrenamiento…Este ha sido un año un tanto difícil para mí por diversas cuestiones personales, pero esa ilusión que ellos han demostrado en cada entrenamiento y en cada partido, esa enorme energía que almacenan en sus enormes corazones han conseguido transmitírmela permitiéndome seguir adelante. Los mayores, los adultos, en muchas ocasiones, debemos fijarnos en los más pequeños, pues de ellos se aprende mucho, sobre todo valores como la ILUSIÓN, que en muchos casos perdemos por los «palos» que a veces nos da la vida.
Sin ellos estaríamos perdidos, ¿no lo creéis?. Cuando veo a mis jugadores sonreír en cada entrenamiento o partido, cuando celebran cada gol, o cuando de repente se me lanzan dándome un abrazo, me hacen sentir el ser más afortunado de este planeta, todos mis problemas se me olvidan. Al final no ganaron un solo partido, pero seguro que en sus memorias quedará fijada para siempre aquella temporada 2010-2011 en la que formaron parte de su primer equipo de fútbol federado: la AD ESPERANZA. Este maravilloso grupo cuenta también con un excelente «equipo» de papás y mamás, a los que les estoy muy agradecido por la exquisita educación que han demostrado en cada partido (algo que lamentablemente no es lo normal), por su respeto y comprensión hacia mis decisiones y por sus comentarios de apoyo y gratitud en cada una de mis crónicas, manteniendo «viva» la página de la A.D Esperanza cada semana (gracias especialmente a Germán, Sonsoles y Jose Ramón). Mil gracias. También quisiera agradecer la oportunidad que la dirección deportiva de este apreciado club me ha proporcionado: Vicente (presidente), a Óscar (director deportivo), César y Julio por su enorme paciencia y atención. Y sobre todo a mis compañeros de «fatigas»: Carlota, Juan, Tomás, de los que he intentado aprender todo lo posible en cada entrenamiento y he pasado momentos muy agradables, algo importantísimo en cualquier trabajo. Ese ambiente de amistad y compañerismo que hemos mantenido juntos lo «sienten» los muchachos a los que entrenamos, y eso es algo vital, clave en su formación como componentes de un equipo. Para terminar, no me olvido de mis dos grandes amigos: Carlos y Luis. A Carlos que siempre ha confiado en mí y me animó a entrenar en la Esperanza, a quien le debo todo lo que se de este deporte. Y a Luis por su inestimable ayuda y compañía en cada partido. Sabes que tú también has sido clave en la educación y formación de estos campeones. Espero que la próxima temporada sigáis todos en este club, y que podamos abrir de nuevo esa «caja de bombones», para ver qué nos va a tocar: nuevas emociones, ilusiones, nuevos compañeros, en definitiva: ser felices, ese es el objetivo.
No hay palabras porque es sencillamente perfecto. No se puede describir mejor este año lleno de ilusión y de emoción.
Mil gracias a vosotros, sobre todo a ti, Alberto, por hacernos a todos la vida más fácil y más completa. Esperamos (y a los niños les encantaría, Santi me lo pide cada día) que siguieras con ellos la temporada que viene.
Un fuerte abrazo
Alberto, quien nos iba a decir q cuando empezamos en septiembre íbamos a pasar un año tan bonito compartiendo las tardes con estos GRANDES CAMPEONES,ellos nos han enseñado lo fácil q es volver a casa con una sonrisa simplemente viendo lo fácil q es pasarlo bien,esta experiencia nos ha enriquecido e igual q ellos no olvidaran su primer año en un equipo de fútbol nosotros no podremos olvidar todo lo q nos han dado a nosotros, pq como tu dices el q año no ha sido fácil.
Un abrazo AMIGO
Muy buena cronica mister si señor.
Un placer echarte una mano siempre que pueda ya que yo me lo paso tan bien como ellos jejeje
Por otro lado decirte que has hecho un trabajo FANTASTICO
Alberto, gracias por todo, gracias de verdad. Cuando Alejandro quiso empezar a jugar al fútbol en este fantástico equipo, unía a su desmedida ilusión, el lógico temor a no hacerlo bien, máxime en un puesto como el que ocupa. Esta sensación de miedo no le duró ni 10 minutos, todo gracias a tí y los ánimos del resto de papás, que partido tras partido le animaban tanto como si fuera el mismísimo «De Gea», su ídolo. Gracias a todos, espero poder seguir compartiendo tardes de fútbol con todos vosotros. Ha sido espectacular, sinceramente, no me esperaba este buen rollo. Ni Alejandro ni nosotros podremos olvidarlo.
Yo tengo que empezar dando las gracias a Sonsoles que fue la que nos animó a inscribir a los mellizos, compañeros de clase de Santi, en el Esperanza. Claro que por entonces no sabíamos que lo hizo para poder escaquearse de llevar a su hijo a los entrenamientos… Mentira, ha sido más bien al contrario ¡mil gracias por todo, Sonso!
Gracias a todos los padres de este equipazo por ser tan buena gente y tan fantástico ejemplo para nuestros chavales (tú también, Iñaki), no hay más que ver a los niños para darse cuenta de ello.
Luis, eres como la gripe. Tío, has contagiado a todo el mundo de tu bondad y alegría. ¡Gracias, crack!
Y me queda Alberto. No sé muy bien si darte las gracias para que no suene a despedida, deseo de corazón que sigas entrenando este equipo la próxima temporada, por ellos, por nosotros y sobre todo porque querrá decir que las cosas se van arreglando. Si no es así, serán otros críos los que tendrán la suerte de disfrutarte, que tampoco está nada mal. Te advierto que si nos dejas no voy a tener más remedio que llamarte de vez en cuando para jugar algún que otro partido de pádel contigo por aquello de no perder el contacto, no porque tenga un especial interés en mantenerlo, que no lo tengo, sino porque mis hijos, literalmente, te adoran.
Hola; soy Morante; un ex-jugador de la Esperanza; ahora juego en el «Alevín A» del Alameda de Osuna.
Estoy muy feliz por los chicos; pero, sobretodo, por que son dos equipos que se llevan fenomenal.