Domingo 31 de octubre de 2010. Encuentro de fútbol 11 de 2ª de juveniles grupo 6 entre los equipos A.D. Esperanza “B” vs Alcobendas C.F. “G”. Hora del encuentro : 10:00 am. Resultado final 1 -2. Mañana fresca y con suelo húmedo por las lluvias caídas la noche anterior, lo que lo convertía en idóneo para la práctica del fútbol. Sin embargo lo que se vió fué un decepcionante encuentro por nuestra parte donde lo de menos es el resultado. Inexplicable e inexcusable la actitud de nuestros jugadores si partimos de la base que en esos momentos estábamos como segundos en la clasificación. Y dicha posición la habíamos conseguido con esfuerzo, ganas y el fútbol que nuestras posibilidades nos había permitido desarrollar en las jornadas precedentes. No nos posicionamos bien en el campo en ningún momento, nos faltó toque, garra, ímpetu y, porqué no decirlo; picardía.
Picardía para hacer frente al equipo contrario que ante la poca personalidad de un árbitro descolocado y sin criterio, cortó todas y cada una de nuestras jugadas de ataque y contraataque en faltas contínuas, perdió todo el tiempo del mundo, utilizó todas las “artes “ que se ven en el otro fútbol, y les salió bien. Enhorabuena para ellos. Quizá con un árbitro mejor preparado no habrían llegado con los once al descanso. Y si nosotros no hubiéramos realizado un encuentro tan malo, quizá no habría llamado tanto la atención la actuación del árbitro y se habría visto algo de fútbol. Minuto 16 de la primera parte. Enésimo error de la pareja de centrales de nuestro hasta entonces apático equipo y gol de uno de los oportunistas jugadores contrarios. Y lejos de hacernos reaccionar, llegamos con este resultado al descanso, y gracias.
Y el segundo tiempo, con los cambios realizados, más de lo mismo. En el minuto 75 conseguimos el empate a uno en gol de Javi Obispo y en el 78, tras un fallo clamoroso en todas las líneas del equipo, nos marcan el segundo y definitivo. A partir de ahí pérdidas interminables de tiempo con cualquier excusa por parte del equipo contrario, provocaciones continuas tanto verbales como físicas, juego “bajo” y sucio; y por supuesto como ocurre con todos los equipos de este tipo, victimismo: los maleducados y “malotes” son los contrarios. Y resumiendo para terminar, reflexión sobre si el entrenador de nuestro juvenil B no pudo o no supo escoger a los jugadores adecuados de su amplia plantilla para disputar este encuentro. Suspenso a los jugadores de nuestro equipo que no supieron estar a la altura que les dio su entrenador al convocarlos para este partido. Suspenso al árbitro que con su poca personalidad pudo generar un encuentro con muchos problemas y que por suerte todo se quedó en el campo cuando acabó. Y reiterar la enhorabuena al equipo contrario que vino a por los tres puntos, y se los llevó.
