Existen muchas historias de AMOR, la más conocida: la que mantuvieron Romeo y Julieta; la más dramática: la del joven Werther; la más desesperante: la nuestra con los EMPATES (ya van 6…) y esta relación va a acabar mal, muy mal para los que vemos a nuestros campeones en cada partido porque nos ponen los corazones a 1000 r.p.m. (que se lo digan a Luis: nunca había dado un salto tan alto celebrando un gol). Siempre les he dicho a mis jugadores que «se juega como se entrena», y así pasó: no se entrenó bien durante la semana (ya estamos a final de temporada, se nota el cansancio, el calor…) y se jugó mal…aunque solo la primera parte. Dos goles, uno de fuerte disparo desde la frontal del área y otro de falta de los muchachos del Villarosa, ambos imparables, ponían las cosas muy difíciles a los nuestros. Un partido que teníamos señalado en el calendario como posible victoria, parecía que iba a acabar en goleada. Pero estos FENÓMENOS del Prebenjamín C, estos HÉROES anónimos, son capaces de hacer lo imposible. Aprendieron la enésima lección esta temporada: NUNCA HAY QUE PERDER LA ESPERANZA. Por eso pertenecen a este maravilloso club, por eso son tan ESPECIALES. Consiguieron empatar el partido a base de entrega, de lucha, esfuerzo y con buen juego.Por fin comenzaron a pasarse el balón entre ellos, a jugar en equipo. Apenas el equipo rival llegó a nuestro área, muy bien defendida bajo palos por Alejandro (y eso que llegó «in extremis» después de estar fuera toda la semana: eso es compromiso). En defensa: Hugo, Alex, Chema, Jose y Jorge se entregaron al máximo, formando un auténtico muro infranqueable. En el medio Kevin, Rafa, Guillermo y Nico luchando incansables por cada balón y asistiendo a nuestros rapidísimos delanteros: Santiago y Miguel. El protagonismo de los goles recayó esta vez en Miguel, uno de penalti cometido sobre él y otro de jugada personal, regateándose a cuantos rivales se le acercaban y disparando fuerte y raso: ¡¡conseguimos empatar el partido!!. Bajo la aparente fragilidad de su «cuerpecito» se encuentra el alma de un auténtico GANADOR, que hace todo lo posible para que su equipo siga adelante en los momentos más difíciles, y lo demostró con sus dos golazos. Nuestros chicos lo han vuelto a hacer, nos han dado otra lección a nosotros, los mayores: la FE, la ESPERANZA, por muy mal que vayan las cosas, nunca hay que perderla. Nunca me había imaginado que pudiera aprender tanto de vosotros. Seguid así, SOIS LOS MEJORES!!!
Ya te digo Alberto si salte en el 2º gol jajaja
Vamos, ya le gustaria a C.Ronaldo meter un gol como el que metió Miguel jejeje
Bueno, tu no desesperes por los empates, es una pena no haber podido ganar algún partido de vez en cuando pero el año que viene ya empezarán con muchos conocimientos adquiridos y ya veras como llegan las victorias.
Además que todavía nos queda un último partido y LA ESPERANZA es lo último que se pierde no? jejejeje
Alberto ya tienen un partido ganado q es el de tenerte como entrenador, un abrazo amigo
Palabras textuales de mi santa esposa a su suegra, es decir, mi madre, después de leer tu crónica: «Mira que es majo este chico, me dan ganas de traérmelo a casa».
Pues va a ser que no, Alberto, que ya somos muchos y no cabe otro futbolero más. Sí tengo que reconocer que, obviando el hecho de que eres un lamentable jugador de pádel, tienes algo especial. Vaya que sí.
Es broma lo del pádel pero algo tenía que decir para desahogarme, de repente me entró un ataque de celos…